Activista afroamericana del movimiento por los derechos civiles en EEUU
Mientras tanto, en 1956, la lucha judicial contra la ley segregacionista de Montgomery y Alabama llegó finalmente a la Corte Suprema de los Estados Unidos, que declaró inconstitucional la segregación en el transporte.
Parks se convirtió en un icono del movimiento de derechos civiles. Se mudó a Detroit (Míchigan) a principios de la década de 1960 donde consiguió empleo con el representante afroamericano John Conyers del Partido Demócrata desde 1965 hasta 1988.
Mientras pocos historiadores dudan sobre la contribución de Parks al movimiento de derechos civiles y el valor de negarse a ceder su asiento, algunos de ellos han cuestionado la veracidad de algunos de los elementos más míticos.
Muchos relatos del supuesto delito de mala conducta de Parks en 1955 la describen como una simple "costurera cansada". Sin embargo, Parks proclamó en su autobiografía: Mi historia (My Story), que no es verdad que estuviera físicamente cansada, sino «cansada (harta) de ceder».
También, algunas historias intentan esconder su militancia anterior en la NAACP y la Highlander Folk School para caracterizarla como una persona normal y no una activista política.
Parks no fue la primera persona en negarse a ceder su asiento a una persona de raza blanca. La NAACP había aceptado y proporcionado ayuda legal a otros casos similares como el de Irene Morgan, diez años antes, que resultó en una victoria en el Tribunal Supremo respecto al comercio. Esta victoria solo terminó la segregación racial en el comercio interestatal, tal como el viaje interestatal por medio de autobuses públicos. El caso de Rosa Parks se considera revolucionario porque aplicaba a las leyes segregacionistas estatales, no solo las de comercio interestatal.
En 2002, en una escena de la película Barbershop, los actores discuten sobre los afroamericanos del pasado, que se han negado a ceder sus asientos de autobús; esto provocó un boicot de la película liderado por los activistas Jesse Jackson y Al Sharpton.